-Recuérdame que no te haga enojar.
-¿Crees que puedo mostrar la misma indulgencia qué tú? No todos podemos ser santos ni mártires.
-Crece, Jacob.
-Qué más quisiera yo- masculló en voz baja.
L estudié con la mirada mientras intentaba descubrir el significado de su respuesta.
-¿Qué?
Él se rió entre dientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario