No tanto como toda su vida pero la tarde estaba rodeada de estrellas, reinaba en el ambiente una locura y la suerte no estaba de mi lado. Me decidí por fin a esperarte a la salida del Gran Rex, si no entré al camarín voy a seguirte en un taxi hasta que entres en un bar. Después de un largo paseo por toda la Capital decidiste ir a tu departamento; el taxi me costó diez pesos, de eso no me olvido más, y estaba completamente perdidaa. Pero yo estaba contenta porque pude llegar, y apenas lo hice me senté en la puerta, se acercó el portero, me dijo: "Nena, ¿vas a entrar?",le dije: "Gracias, muy amable, me esperan arriba". Esa noche mi objetivo era cumplir dos de mis sueños más deseados, pedirte una foto aunque solo tuya fuera, pero no tenía cámara y quedé muy mal parada. Sin conformarme con el cuarto fracaso fui al segundo sueño que buscaba, pensé palabra por palabra en cada paso, tartamudear era lo único que faltaba. Te dije: "Felicitaciones por llenar el Rex, quisiera pedirte algo con el corazón: que me regales una frase, si no te parece mal, porque con ella quiero hacer una canción". Me dijiste "Perdona, pero me están esperando", y te fuiste con mi frase en tu boca, cumpliendo así mi quinto fracaso consecutivo. Gasté diez pesos más, pero esta vez en vodka. Mucha dulzura no le encontre a mí Luca, pero igual me sirvió para conocerlo, tiene un estilo a macho de novela que me moría y guste o no lo violo porque está re fuerte. En cuanto a aquella tarde, terminé en mi casa viendo la novela de las seis, el vodka me lo tome enterito y la foto se la saqué al tele-
miércoles, 22 de octubre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario