Me quedo callado, soy como un niño dormido que puede despertarse con apenas sólo un ruido. Cuando menos te lo esperas, cuando menos lo imagino sé que un día no me aguanto y voy y te miro. Y te lo digo a los gritos, y te ríes y me tomas por un loco atrevido. Pues no sabes cuanto tiempo en mis sueños has vivido, ni sospechas cuanto te nombré.
domingo, 26 de octubre de 2008
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