jueves, 12 de marzo de 2009

I CANT.


Me despierto pensando si hoy te voy a ver, pero es inútil negarlo: tú me estás atrapando otra vez. Eres un ángel maldito, eres la dama más cruel. Un arma de doble filo: contigo sólo puedo perder, tu me estás atrapando otra vez. Y aunque alguien me advirtió, nunca dije que no, y ahora tengo que esconder las heridas. Y ese pulso que jugué, porque quise lo perdí, ¡Nunca me podré alejar de ti! Te extraño cuando llega la noche pero te odio de día, después me subo a tu coche y dejo pasar la vida. Debería dejarte, irme lejos, no volver. Pero es inútil negarla: Tú me estarías atrapando otra vez, contigo sólo puedo perder. Y aunque alguien me advirtió, nunca dije que no, y ahora tengo que esconder las heridas. Y ese pulso que jugué, porque quise lo perdí.

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