jueves, 12 de febrero de 2009

¡ A LA ORDEN MI CAPITÁN !


Siempre pense en mi vida como un largo viaje de duración indefinida, nunca se sabe cuando puede terminar. Yo era la capitana de la nave y tenía mi tripulación. Estaba lista para emprender viaje cuando noté que el barco no arrancaba, tenía mucho peso extra. Por lo que decidí hechar un vistazo a los tripulantes, y me encontre con personas que no me serían útiles en el viaje más que para ocupar espacio y ocasionar problemas, gente que no estaba comprometida fielmente a seguirme en mi camino. Entonces, los bajé del barco, pero no los heché, simplemente dije "LOS QUE ESTEN CONMIGO, SIGANME" y algunos colgados se bajaron del barco, porque no estaban demasiado comprometridos, y ahí les cerre las puertas. Cuando miré con quiénes me había quedado pude notar altamente reducida mi tripulación, pero pude ver que eran los que realmente valían la pena, con esas personas saldría a flote rápidamente. Todos son importantes para mí, por muy pocos que sean pueden mantenerme andando con más estabilidad que los que antes estaban solo aparentando acompañarme, cuando en verdad solo remaban junto a mí y no conmigo. Tengo un par de sub-comandantes que me ayudan a manejar la nave y se que esas personas van a seguir conmigo hasta en las peores tormentas, que no van a dudar en tirarme un salva-vidas, que no van a dejar que me hunda, y si ellos se hunden yo me hundo con ellos. Antes de emprender este viaje perdí una sub-capitana, pero no la perdí en batalla, simplemente se fue a dar una vuelta en balsa y nunca más volvió, aunque yo se que cuando vuelva al fín mi tripulación estará completa porque si hay algo que una capitana como yo sabe hacer es saber es aprender a conocer a la gente. Toda mi tripulación es importante para mí, cuando pierdo el rumbo siempre encuentro el que me hace volver a mirar el mapa para respetar el camino, cuando me muevo por zonas profundas siempre está el que me advierte de la situación, cuando choco con otros barcos nunca falta un consejo de cómo manejar la situación, y hasta cuando me veo atrapada por algún pirata nunca falta una amiga de la tripulación que te dice "estás en aguas peligrosas" y allí miro para otro lado y sigo mi camino. Por eso, valoro a cada uno de los marineros que están conmigo, algunos se unieron hace poco, otros hace bastante, algunos partieron por un tiempo y luego volvieron, y estoy feliz de haber dejado ir a muchas personas que en barco no encajaban.

Y aunque soy la capitana y por más que voy rodeada de la gente que elegí, tengo mis momentos de soledad y al fín y al cabo termino haciendo lo que yo pienso, lo que yo decido, porque solo YO soy dueña de mi barco y de elegir qué camino deseo seguir, por ahora ya elegí.


mmilena C.

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