no es lo que eres, sino lo que haces.

Razón y Corazón. Dos palabras que cuando las escuchamos automáticamente las vemos como antónimos. Muchas veces, lo son. Cuando el corazón te dice una cosa y automáticamente en tu cabeza se escucha esa vocesita que te dice "es una locura, es una locura", entendiste que hay que tomar una decisión. Y el corazón poco entiende de razón, {frase que digo seguido} por lo que te acostás en la cama como si miraras el techo, cuando en realidad estás muy lejos, tan lejos que siquiera es un lugar físico, estás sumergido en lo más profundo de tu mente, hay una lucha en tu cabeza. Evaluas todo tipo de posibilidades, pensas en todas las posibles soluciones, buscas un punto medio y llegas a una conclusión: No te queda otra que elegir.
Lo que todos llaman "corazón" {porque bien sabemos que el corazón real no es más que un complejo organo que bombea sangre} te dice claramente lo que QUERES hacer, mientras tu mentalidad calculadora y específica te envía señales de alerta indicandote lo mucho que podes perder si te la jugás. Entonces te das vuelta, ahora pones la cabeza bajo la almohada, como si taparte los ojos solucionara algo. Nunca fuiste de esos románticos ¿Por qué siguirías a tu corazón ahora? Porque no fue divertido hasta ahora y podés cambiar. Te gustaría saltearte la parte en que tenés que arriesgarte y directamente reaparecer en el feliz final, solo por el insignificante detalle de que "no va a haber final feliz si no te arriesgas". Te levantas, queres despejarte, dejar que pase el tiempo y el destino dirá que hacer, las cosas se dan solas y si no se dan por algo es. ¿Estás loco? ¿Realmente dejarías tu vida en manos de alguién? Ese tal "destino" no te fue muy fiel por ahora...tenes que hacerte cargo vos. Prendés la radio, "el que no arriesga no gana dijiste, el que arriesga puede morir por amor.." Parece típico de una telenovela, la canción justa en el momento (menos)indicado. La apagás, no queres saber nada de presiones. Pero nadie te está presionando, es más, todo el mundo desconoce tu posición, siquiera alguien se imagina qué podes estar planteandote eso, pero sentis que te tironean de todos lados, no aguantas más, querés sacarte esto de encima para bien o para mal.
Ahí es cuando la inseguridad se apodera de vos {otra vez} y empezás a dudar si no será un simple capricho. ¿Para qué decirselo si capás en dos días se te pasa y terminaste por arruinar todo? Aunque no quieras verlo, podes sentirlo. Otra vez la voz, otra vez las imagenes, las suposiciones, las hipótesis que nunca serás comprobadas ¿Por qué? Porque no te animaste a ponerlas a prueba, pero todabía estás a tiempo, pero no de sobra. Te la das de cauteloso, cuando no sos más que un cobarde y entonces de nuevo ¿Razón o Corazón? RIIING, sonó el teléfono, te llamó tu amigo, te fuiste y otra vez postergaste las cosas. Otro día se va, ninguna respuesta viene.

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mmilena.