miércoles, 4 de febrero de 2009

—Hola —dijo una voz tranquila y musical.
Levanté la vista, sorprendida de que me hablara. Se sentaba lo más lejos de mi lado que le permitía la mesa, pero con la silla vuelta hacia mí. Llevaba el pelo húmedo y despeinado, pero, aun así, parecía que acababa de rodar un anuncio para una marca de champú. El deslumbrante rostro era amable y franco. Una leve sonrisa curvaba sus labios perfectos, pero los ojos aún mostraban recelo.
—Me llamo Edward Cullen —continuó—. No tuve la oportunidad de presentarme la semana pasada. Tú debes de ser Bella Swan.
Estaba confusa y la cabeza me daba vueltas. ¿Me lo había imaginado todo? Ahora se comportaba con gran amabilidad. Tenía que hablar, esperaba mi respuesta, pero no se me ocurría nada convencional que contestar.



Crepúsculo-

1 comentario:

Wanda dijo...

Si la pelicula te logra emocionar ni te cuento lo que pueden lograr los libros, te llevan a otro mundo. Donde cada palabra es increible.